Desgrabado del último discurso de Ossi Ben Amí, presidente de Juventud Anti-Marcas Ofensivas y Nocivas / República Argentina (JAMON-RA)
¡Irrespetuosos, miserables! ¿Quién se han creído que son? [gritos de aprobación]
Los dioses no han muerto, hermanos. No hemos asistido aún al ocaso de los ídolos. Algo aún más atroz que les ha sucedido: los han encadenado a los productos del supermercado, están atrapados en vidrieras, humillados a ser la imagen de las vulgares baratijas humanas. [corea el público: Ni Nietzsche, ni la modernidad, a nuestros dioses los mató la publicidad]
La inteligente Minerva, nacida de la cabeza de Júpiter, es ahora un burdo jugo de limón concentrado. El destino de Venus [abucheo] es más merecido, después de todo era más bien una degenerada, pero… ¡Minerva!¡Minerva! Ni que hablar de Ravanna, el Guerrero de las Diez Cabezas, reducido a polvo de flan. Y ya que hablamos de polvos [risas dispersas], no olvidemos al Querubín, que de la segunda línea del coro angélico pasó a segunda marca de jabón en polvo en el supermercado.
Algunos publicistas han alcanzado límites inhumanos. El Gran Mogol, férreo gobernante de los mongoles, dirige una inmobiliaria; los mongoles gritan de dolor [gritos de dolor de los mongoles presentes] al imaginarlo con un traje barato repartiendo sus infinitas tierras. El mismísimo Buda mata insectos desde un veneno económico. Por desgracia, nuestro movimiento no cuenta con el apoyo de los hermanos budistas, para quienes todo les da más o menos lo mismo. La tolerancia, hermanos míos, es la jactancia de los intelectuales.
Podrán decir que somos soñadores. Sin embargo, todos recordamos la dura batalla contra esos infieles encabezados por Fabián Gianola [abucheo] que intentaron vender el jabón en polvo Alá. En la publicidad el ex gay entraba a una mezquita y les quitaba los turbantes a los fieles. Luego los lavaba en un aljibe con el jabón y al final todos, con sus turbantes relucientes, gritaban: No hay más blanco que Alá y disparaban balas de felicidad con sus kalashnikovas. Pero entre todos logramos detenerlos a tiempo.[Vitoreo general]
Por último, camaradas, llamemos a las cosas por su nombre ¡Loas al Refresco Rinde2!¡Tres hurras por el Naranjú!¡Vivan las Mielcitas y el Pico Dulce!¡Muerte a los mercenarios del marketing!¡Por la unidad de los que luchan contra la blasfemia!
Gerli, 12 de agosto de 2006
NICÓTICO
* Ravanna, el guerrero de las diez cabezas (la décima no está a la vista)
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