¡Asiento, por favooooor!.
“El mundo social se presenta como un sistema
simbólico que está organizado según la lógica
de la diferencia, de la distancia diferencial.” P. Bourdieu
Para el afrancesado Pierre Bourdieu, las sociedades no están divididas en clases homogéneas, sino en pequeños grupos superpuestos y heterogéneos, los cuales tienen distintos capitales simbólicos que la sociedad consagra de acuerdo a ciertos criterios. Estos capitales van configurando relaciones de poder objetivas.
Los capitales simbólicos van marcando el lugar del individuo en la vida social en general y, por supuesto, en pequeños espacios a simple vista insignificantes pero que traducen cierta mecánica de funcionamiento de la sociedad, por ejemplo: los colectivos. Si bien no existen axiomas preestablecidos y susceptibles de ser explicitados, sí se puede hablar de criterios que van formando capitales que se confrontan a la hora de ocupar un asiento, y son reconocidos por todos los pasajeros y respetados en la mayoría de las veces.
Esto tampoco quiere decir que no haya conflictos, desde luego los hay cuando los capitales se tocan o se parecen. La zona de conflicto máximo es la parte de adelante del bondi, especialmente los asientos individuales. Ocupar el primer asiento sobre la izquierda y pretender mantenerlo es solo posible para personas de altísimo capital. La mayoría de las personas huye de esta empresa ante la derrota casi segura. Una zona carente de conflicto es la de los últimos asientos: la fila de seis se encuentra casi fuera de toda ley.
En este mundillo de los colectivos, los jóvenes argentinos varones de entre 18 y 25 años somos lo que menos capital simbólico tenemos, se da por sentado que somos fuertes y vigorosos, de tal forma jamás tendremos la necesidad de sentarnos.
Desde ya las personas con más capital simbólico son las mujeres de edad avanzada y las embarazadas, siendo este último grupo el que tiene la prioridad más alta para sentarse. De hecho cuando no hay ningún alma caritativa dispuesta a ceder su asiento, el colectivero suele pegar un grito aleccionador y alguno se para en la mitad del colectivo poniendo su mejor cara de boludo, dando a entender que no vio a la señora preñada.
Las viejas son un caso aparte. Suelen ganar algún asiento adelante, pero cuando su decrepitez no es suficientemente llamativa como para que les dejen el asiento (o los de adelante se hacen los dormidos, lo cual pasa muy seguido), emplean tácticas brillantes para ganar asientos. Son infalibles y pícaras, tienen conciencia de su inferioridad (que se traduce en capital) y la usan para sacar ventajas. No les importa cuan baja y deleznable sea la práctica, el fin justifica los medios. Se les puede criticar todo menos su efectividad, no por nada dicen que el diablo sabe más por viejo que por diablo.
Y por último, estos capitales simbólicos también tienen criterios, que podríamos llamar, racistas o xenófobos. Por ejemplo, el fenotipo (aspecto físico) puede restar capital: en caso de que hubiera un asiento pero dos mujeres con sendos bebes, una criolla porteña normal como Dios manda y una mujer de rasgos del altiplano (por no decir “bolivianos” que queda feo) la primera sería la ganadora del asiento.
Franz Khanieni
3 comentarios:
ante todo, excelente el encare de la nota Cani, quiero una Sin Gueso en casa...
te olvidaste de algo, hay muchas veces en que realmente estamos dormidos y no necesariamente adelante sino sentados en una 4ta o 5ta fila del bondi y cuando el máximo capital simbólico sube (la embarazada o vieja decrépita)no es el colectivero el que pega el grito aleccionador sino que la persona que está a nuestro lado (si es asiento doble, obvio que se va del lado de la ventana, yo incluso a veces implemento camperita o buzo de almohada) o algún otro nos indica que somos nosotros los que debemos levantarnos. WHY? por la misma razón que dice el autor de la nota, nuestro capital simbólico está por el piso, y basados en eso los demás pasajeros (que no son viejos hechos mierda ni nada que se le parezca) nos señalan como los que tenemos la obligación de ceder el asiento ya que nuestra fortaleza y vigorosidad (no me hagan reír, hoy me dormía de parado en el subte) así lo marcan...
SEBA
PD: Cani, viste la tapa de Barcelona? es indispensable tu opinión, please...
que pícaras que son las viejas...
SEBA
hubiera estado bueno describir el "empate" entre personas de muy bajo capital, que provoca el fenómeno de dos personas paradas al lado de un asiento vacío.
la mejor nota de la singueso
nico
Publicar un comentario