domingo, septiembre 17, 2006

Tratado ¿filosófico? sobre la belleza

Nota es de la Sin Güeso, del Bocón. Veremos cómo queda la revi, por lo pronto un adelanto.


Tratado ¿filosófico? sobre la belleza


La belleza, concepto ambiguo que oscila entre lo “natural” de un buen culo y lo social y cultural del amor espiritual, del alma y la conciencia del ser. Concepción secular que fue travestida durante años por la fuerza del discurso hegemónico con el fin de lograr una noción basada únicamente en la estética; discurso éste que delineó un estándar de belleza burgués-anglosajón que corrompió la pureza romántica del amor y condujo a una naturalización en el estado de las mentes. Mentes que embebidas de estos mensajes se enamoran de una imagen perfecta dejando de lado otros aspectos de la belleza como la voluntad de los actos concientes o el romanticismo de las almas enamoradas.

La belleza, como concepto construido, posee varias esferas que la conforman; un eclecticismo entre sentimientos, actos, gustos, bondad y estética. Puede afirmarse que la literatura Romántica premoderna se basaba en relaciones de fuertes lazos amorosos y profundas declaraciones de admiración por la belleza (en su sentido más amplio) que incluía a todas las esferas construidas en un equilibrio armónico. Sin embargo a mediados del siglo XIX el realismo burgués se impuso en las esferas del arte y de lo social delineando un modelo de belleza concordante con los rasgos anglo-americanos de las familias victorianas. Así, una de las esferas de la belleza (la estética) se tornó hegemónica, relegando a las demás a un segundo nivel de importancia en la conformación de las relaciones amorosas, y creando a su vez relaciones superfluas ancladas en la imagen perfecta según los cánones reinantes.

Sin embargo no queremos engañar al lector con un discurso neo-romántico cursi: nosotros, en el contacto con el pueblo, también somos parte de ese estado de las mentes; es decir, si voy caminando por Av. Corrientes es obvio que voy a darme vuelta para observar con sutileza la perfección de un buen culo; pero ese girar mío no es algo natural, no existe una perfección natural en la formación de ese culo que haga que esté bueno, sino que existieron durante décadas discursos vigorosos que influyeron en mi bagaje cultural para determinar que en mi estado mental se naturalizara que ese culo esté realmente bueno.

Es preciso entonces saber qué discursos se impusieron en la estética durante la modernidad para así descifrar el misterio de la belleza como concepto natural. Y al respecto, podemos decir que existieron técnicas que fueron funcionales a este proceso de deformación del concepto de belleza: la fotografía, el cine y la TV. Desde mediados del siglo XIX estas técnicas impusieron íconos de perfección que al ser reiterados y expandidos hasta el hartazgo naturalizaron en el sentido social la fuerza de una estética que pasó a ser la columna vertebral de las relaciones sociales. El realismo burgués halló en estas técnicas las herramientas caracterizadoras de imágenes: la fotografía desde sus comienzos contó con la posibilidad del retoque para gusto y placer del retratado. El cine y la televisión por su parte, expandieron a dimensiones inconcebibles las imágenes femeninas perfectas, íconos de la belleza esteta: el Star System de Hollywood y el fenómeno de las Femme Fatalle del cine italiano trasladaron al discurso social las figuras de Marilyn Monroe y Elena Muti como puntos de referencia de una belleza, ya entrado el siglo XX, estrictamente estética.

En conclusión, invitamos a nuestro queridos lectores a que sigan observando con devoción las figuras femeninas por Av. Corrientes, sus curvas, sus rasgos, sus tetas, ya que es saludable a la vista y al corazón. Pero no debemos quedarnos ahí a la hora de incluirnos en fuertes relaciones sociales, debemos ir mas allá del discurso impuesto que toma a la estética como única razón del amor y lograr un equilibrio general del concepto de belleza que tenga en cuenta tanto al romanticismo como a la bondad y a los actos que uno es capaz de realizar por el otro.

Sabiendo que la estética es una parte de la belleza, pero no la belleza en sí, que otros conceptos son también centrales al aventurarnos en el campo del amor, y que logrando un armonía general de éstos, alcanzaremos la plenitud de la pureza romántica en nuestros fuertes lazos amorosos.


Debesa, Agustín Mariano (Dividido por la felicidad)

6 comentarios:

Cani dijo...

Publico esta nota contra mi voluntad, porque no estoy de acuerdo con la nota. Está hecha para levantarse minas ...

Dejate de joder, Bocón !

Delirante dijo...

La belleza es aaamplia. Qué sé yo. El o la que diga que no le improta lo de afuera, miente indiscutiblemente, pero nadie querría pasar mucho tiempo con alguien cuyo coeficiente intelectual es inferior al de Nazarena Velez.

Saludos :)!

Anónimo dijo...

a mi me gustan las mujeres lindas, buenas e inteligentes pero...

nicótico

Cani dijo...

Lo ideal es enemigo de los bueno.
Si no se puede una cosa, nos conformamos con la otra.

Además como decía un filósofo de Flores: "todo agujero saca leche".

Anónimo dijo...

que cabeza el que dijo lo del agujero que saca leche, además, peronista! me voy antes de perder el tiempo en esto de la belleza, el que lo escribió, seguro tiene un conflicto personal con eso y se cambia la remera tres veces antes de salir para ver con cual tiene más levante. Gracias a eso de la beleza millones de mujeres mueren de bulimia y anorexia, debería pararse desde otra postura. No me parece bien el artículo, muy desconectado con la realidad. Coinsido en que está hecha para levantarse minas pero muy mal hecha.

Anónimo dijo...

Las mujeres que mueren de bulimia y anorexia mueren por propias debilidades además de una cultura que las lleva a ser super flacas !

"Coinsido" va con ce, capo.

Firmá, no me caben los anonimos