Mauricio Macri adelantó que pretende disolver la fuerza. Sin embargo no está claro qué será de sus más de 800 miembros. “Mientras trabajen y se adapten se van a quedar” plantean desde PRO. Idas y venidas de una fuerza polémica desde siempre.
La Guardia Urbana fue creada el 22 de noviembre de 2004 por el entonces jefe de Gobierno Aníbal Ibarra. El contexto distó de ser el ideal: en diciembre de ese año tuvo lugar la tragedia en la discoteca República de Cromagnon, donde murieron 194 seguidores del grupo Callejeros. Sólo un mes antes había sido creada esta fuerza, pero su lanzamiento tuvo que esperar que las aguas se aquietaran un poco hasta junio de 2005.
La GU siempre estuvo en el ojo de la tormenta, enmarañada en fuertes polémicas mediáticas y serios cuestionamientos ciudadanos. Quedó pegada a la mala imagen de Ibarra, como un símbolo de su gestión. Parte de ese logro fue del macrismo que dijo desde el principio que eran acomodados políticos de Ibarra, acusación de la cual nunca presentó pruebas. Posteriormente en Marzo de 2006, 14 meses después de la tragedia de Cromagnon, Ibarra era destituido por la Sala Juzgadora de la Legislatura porteña. 10 votos de 15, exactamente dos tercios, lo condenaron al exilio político y dieron a Jorge Telerman la posibilidad de gobernar provisoriamente hasta el 10 de diciembre de 2007. El nuevo jefe de Gobierno puso a la fuerza en el “freezer”, trató de que pasara desapercibida, conciente del precio que había pagado el anterior jefe de Gobierno.
Las críticas desde el PRO a la Guardia Urbana se resumen a tres: su supuesta inutilidad, su elevado costo, y su utilización política, para dar cargos a allegados de Ibarra. En primer lugar, con respecto a sus funciones, la guardia estaba pensada como una fuerza de prevención, más relacionada con la convivencia, en las antípodas de la Policía. “Su éxito o fracaso es relativo – dice Federico Scheidegger, guardia urbano desde 2006, de 23 años- los objetivos eran ambiciosos y requerían una fuerza mucho mayor a 800 personas. Milagros no hacemos. Para los pocos que somos hacemos bastante. Por ejemplo en el centro la gente se acostumbró a usar cinturón de seguridad, tanto se lo marcamos en los semáforos.”.
Con respecto a su elevado costo, la GU se encuentra bajo la orbita de la Subsecretaria de Seguridad a la cual le fueron asignados, en el presupuesto 2006, 127.063.509 pesos de los cerca de 7.500 millones del presupuesto total. Eso representa casi un 1,7 % del total, mientras que los servicios de deuda pública se llevan 225 millones (3%).
Por último, respecto a la utilización política que se le dio, es indudable que a partir de Cromagnon, la tormenta política que debió enfrentar Ibarra afectó fuertemente a la Guardia Urbana. Desde el PRO, se dice que fue utilizada como botín político por Ibarra y su círculo, sin embargo la selección de integrantes fue llevada a cabo por la bolsa de trabajo de AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina). El macrismo nunca presentó pruebas de sus acusaciones.
La disputa por la Guardia Urbana está inserta en el marco de la lucha con el Gobierno Nacional por la autonomía de la ciudad de Buenos Aires. El PRO planteó que quiere una policía propia, reclamo histórico de la ciudad que nunca se ha materializado gracias a la Ley Cafiero. El PRO pone a la Guardia en primer plano de su discurso porque es una fuerza visible, que irrita a la clase media. Están haciendo demagogia lisa y llana. También están mostrando su tendencia neoliberal de querer achicar el Estado.
Por otro lado, los más de 800 jóvenes de entre 21 y 35 años, en su mayoría universitarios, ignoran cuál será su futuro. Desde el PRO, dan señales cambiantes: hace 1 año Macri los llamó públicamente “lacras”, pero últimamente ha moderado su discurso y afirmó que nadie que verdaderamente trabaje se iba a quedar sin trabajo. Por otro lado Rodríguez Larreta dijo que están pensando otras funciones para la gente de la GU. Desde la guardia, los rumores son varios: desde que van a cambiar un poco las cosas para que todo siga igual hasta que los van a mandar a hacer las tareas más desagradables en horarios imposibles para que se vayan sin que los echen. Lo único cierto que es que la mayoría de estos 800 chicos vive horas de angustia porque ignora que será de su fuente de trabajo a partir del 10 de diciembre.
La Guardia Urbana fue creada el 22 de noviembre de 2004 por el entonces jefe de Gobierno Aníbal Ibarra. El contexto distó de ser el ideal: en diciembre de ese año tuvo lugar la tragedia en la discoteca República de Cromagnon, donde murieron 194 seguidores del grupo Callejeros. Sólo un mes antes había sido creada esta fuerza, pero su lanzamiento tuvo que esperar que las aguas se aquietaran un poco hasta junio de 2005.
La GU siempre estuvo en el ojo de la tormenta, enmarañada en fuertes polémicas mediáticas y serios cuestionamientos ciudadanos. Quedó pegada a la mala imagen de Ibarra, como un símbolo de su gestión. Parte de ese logro fue del macrismo que dijo desde el principio que eran acomodados políticos de Ibarra, acusación de la cual nunca presentó pruebas. Posteriormente en Marzo de 2006, 14 meses después de la tragedia de Cromagnon, Ibarra era destituido por la Sala Juzgadora de la Legislatura porteña. 10 votos de 15, exactamente dos tercios, lo condenaron al exilio político y dieron a Jorge Telerman la posibilidad de gobernar provisoriamente hasta el 10 de diciembre de 2007. El nuevo jefe de Gobierno puso a la fuerza en el “freezer”, trató de que pasara desapercibida, conciente del precio que había pagado el anterior jefe de Gobierno.
Las críticas desde el PRO a la Guardia Urbana se resumen a tres: su supuesta inutilidad, su elevado costo, y su utilización política, para dar cargos a allegados de Ibarra. En primer lugar, con respecto a sus funciones, la guardia estaba pensada como una fuerza de prevención, más relacionada con la convivencia, en las antípodas de la Policía. “Su éxito o fracaso es relativo – dice Federico Scheidegger, guardia urbano desde 2006, de 23 años- los objetivos eran ambiciosos y requerían una fuerza mucho mayor a 800 personas. Milagros no hacemos. Para los pocos que somos hacemos bastante. Por ejemplo en el centro la gente se acostumbró a usar cinturón de seguridad, tanto se lo marcamos en los semáforos.”.
Con respecto a su elevado costo, la GU se encuentra bajo la orbita de la Subsecretaria de Seguridad a la cual le fueron asignados, en el presupuesto 2006, 127.063.509 pesos de los cerca de 7.500 millones del presupuesto total. Eso representa casi un 1,7 % del total, mientras que los servicios de deuda pública se llevan 225 millones (3%).
Por último, respecto a la utilización política que se le dio, es indudable que a partir de Cromagnon, la tormenta política que debió enfrentar Ibarra afectó fuertemente a la Guardia Urbana. Desde el PRO, se dice que fue utilizada como botín político por Ibarra y su círculo, sin embargo la selección de integrantes fue llevada a cabo por la bolsa de trabajo de AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina). El macrismo nunca presentó pruebas de sus acusaciones.
La disputa por la Guardia Urbana está inserta en el marco de la lucha con el Gobierno Nacional por la autonomía de la ciudad de Buenos Aires. El PRO planteó que quiere una policía propia, reclamo histórico de la ciudad que nunca se ha materializado gracias a la Ley Cafiero. El PRO pone a la Guardia en primer plano de su discurso porque es una fuerza visible, que irrita a la clase media. Están haciendo demagogia lisa y llana. También están mostrando su tendencia neoliberal de querer achicar el Estado.
Por otro lado, los más de 800 jóvenes de entre 21 y 35 años, en su mayoría universitarios, ignoran cuál será su futuro. Desde el PRO, dan señales cambiantes: hace 1 año Macri los llamó públicamente “lacras”, pero últimamente ha moderado su discurso y afirmó que nadie que verdaderamente trabaje se iba a quedar sin trabajo. Por otro lado Rodríguez Larreta dijo que están pensando otras funciones para la gente de la GU. Desde la guardia, los rumores son varios: desde que van a cambiar un poco las cosas para que todo siga igual hasta que los van a mandar a hacer las tareas más desagradables en horarios imposibles para que se vayan sin que los echen. Lo único cierto que es que la mayoría de estos 800 chicos vive horas de angustia porque ignora que será de su fuente de trabajo a partir del 10 de diciembre.
Ariel Caniza
5 comentarios:
Nota que escribí para Periodismo Urbano. Veremos qué brillante idea tiene Macri para la Guardia ...
http://periodismourbano.com.ar//index.php?option=com_content&task=view&id=70&Itemid=2
No esperes ideas brillantes de Macri, sus pensamientos son bastante opacos. Lo que sí fachos al extremo.
La verdad que a mí me molesta mucho este tema de la GU, porque hace tanto tiempo Macri jode con eso... y no es para meterse con el laburo de tanta gente! Yo me pregunto por qué nadie dice nada del uso demagógico que él hizo de Cromagnon, cuando realizó ese juicio recontra trucho, usó a los familiares para que testimoniaran en su favor y así pudo voltear a Ibarra... porque ahí empezó su poder, el día en que mandó a la mierda a Ibarra.
Es un sángano, votado por el 60% de los porteños...
*Mery*
pd: muy buena tu nota, por cierto!
No sé nada del tema, pero es una vergüenza que un policía gane en Argentina unos 200 dólares, me lo dijo un amigo periodista argentino que tiene un hermano que es policía. He vivido en Argentina, un país que no se entiende desde el extranjero, con la vuelta de Evita, Cristina.
En este ispa los policías no ganan 600 pesos te lo aseguro.
Vivo enfrente de una comisaría y se la pasan todo el día haciendo asado. No se distinguen por su perseverancia y su servicio. Los conozco bien y son de lo peor.
Te lo aseguro
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