Se conoce su historia a partir de su juventud, cuando se enamoró de una joven viuda que era pretendida por el comisario del pueblo. El policía, despechado porque la viuda lo rechazaba, comenzó a perseguir a Antonio Gil aprovechándose del poder de su autoridad, hasta que finalmente se enfrentaron en una pulpería. En la pelea el Gauchito Gil le perdonó la vida.
Por estos años, el país se encontraba en guerra con el Paraguay, y como tantos otros, Gil tuvo que ir y combatió bajo las órdenes del General Madariaga. Durante cinco años participó de la Guerra de la Triple Alianza. Terminada la guerra, Antonio Gil fue convocado por el ejército federal para luchar contra los unitarios, pero como no estaba de acuerdo con los enfrentamientos internos del país, decidió huir junto a dos compañeros. Así comenzaron una vida errante huyendo permanentemente de la autoridad, y viviendo del ganado robado que compartían con los campesinos más necesitados. Casi un año después, una partida militar lo encontró dormido bajo la sombra de unos espinillos y lo llevó detenido a Goya. Pero apenas habían comenzado la marcha, los soldados lo tiraron al suelo, le ataron los pies con una soga larga y lo colgaron de un algarrobo cabeza abajo. Dirigiéndose al que lo iba a matar, el Gauchito pronunció sus últimas palabras:
– "cuando llegues a Mercedes, junto con la orden de mi perdón te van a informar que tu hijo se está muriendo de mala enfermedad, y como vos vas a derramar sangre inocente, invócame para que interceda ante Dios por la vida de tu hijo; porque suelen decir que la sangre del inocente suele servir para hacer el milagro".
Acto seguido, obedeciendo la voz de mando, el soldado le cortó el cuello.
Varios días después, cuando todos ya habían olvidado al Gauchito, el soldado que lo había matado volvió a su casa, y se encontró con su esposa desesperada porque su único hijo estaba muy enfermo. En ese instante recordó las palabras de Gil. Entonces volvió al lugar donde lo habían matado, enterró el cuerpo y le rogó al Gauchito por su hijo. Cuando volvió a su casa al amanecer encontró a su niño sano...
Así es como todos los 8 de Enero miles de fieles provenientes de distintos puntos del país, se dan cita desde las primeras horas en el santuario en el que se venera al Gaucho Gil, ubicado a la vera de la ruta nacional 123, a pocos kilómetros de la ciudad correntina de Mercedes.
Ayer fue el día señalado y Mercedes estuvo colmada por miles de fieles a este "santo pagano" y "no oficial". Gauchito Gil es un santo no importado, un santo rebelde. La Iglesia Católica nunca reconoció sus milagros, de tal forma no lo reconoce como Santo Oficial; su perfil no es el adecuado para Benedicto XVI y sus secuases. Esa onda de tipo que ayuda a los pobres no va con la imagen de pedófila que viene construyendo la Santa Iglesia Católica.
11 comentarios:
Hermosa historia de uno de aquellos hombres inolvidables.
Un abrazo.
nicotico
hay muchos santos del panteón popular criollo que son rebeldes, porque en general los oprimidos más ilustres lo eran. En cambio, los santos oficiales pasan por una burocracia eclesiástica que los convierte en un muñequito y en una fecha en el calendario.
ladrón, no solo reposteás sino q volvés a poner mi comentario, amén de que habías suprimido una entrada!!!!
Púdrete Cani.
mensaje personal(increibles fotos, ponele un link)
nicotico
De queé estás hablando Wilis ? Nunca postee sobre el Gauchito Gil, que tu post sea de Febrero del año pasado no quiere decir absolutamente narinas.
El comentario que borre es mio.
No sé de qué fotos hablas ...
A sí ya sé qué fotos, es una mujer en estado de regalo o en estado de necesidad.
Turco chupapijas
Firma:el pueblo argentino
http://fotolog.terra.cl/gauchito_gil
eh q onda con este blog,es cualquiera,aguante mi gauchito divino,lo amo confio en el mas q en nada,a todos a quellos q hablan giladas de el,los dejo en manos del santito,bajatelos san haceles sentir el poder de tu guadaña a todos,gauchiss y san la muerte los amo!!
Anónimo, sos un gilún, no entendiste nada. Lee el post bien!
Publicar un comentario