sábado, junio 17, 2006

CONCENTRACIÓN DE MEDIOS

Es indudable que los Medios de Comunicación son piezas claves dentro de la lógica de funcionamiento del Poder. Lo han sido en el pasado y lo serán en el futuro.

Para develar las causas que conllevaron al mayor problema del mundo de la comunicación actual – esto es: la concentración de los medios de masas en un puñado de grandes empresas, principalmente norteamericanas- es necesario atender a la cuestión del poder, en el marco de un mundo íntegramente globalizado.

Medios: relación con el Poder

La comunicación es uno de los campos de batalla en donde se lleva a cabo la lucha de clases. Esto no solo es propio de la Sociedad de la Información actual, desde principios del siglo pasado sucedía: Goebels, el ministro de propaganda del nazismo era uno de los más importantes de la Alemania hitleriana. Ya los fascismos de mediados del siglo XX habían entendido la importancia de la comunicación, hoy en día su importancia ha multiplicado por 100.

Hoy el imperio dominante, EEUU, tiene más en claro que ningún otro en la historia el rol esencial de la Comunicación, por eso busca no solo excelencia en la tecnología armamentística sino también en la construcción simbólica de la realidad.

Los grandes medios de comunicación no son mercenarios del Poder, sino son parte del Poder mismo. De tal forma, si bien no funcionan de manera uniforme, ni son homogéneos (tampoco los bloques de poder lo son, existen rupturas y peleas aun dentro de las clases dominantes), muestran la realidad de la forma que les conviene, moldean el Sentido Común y reproducen las relaciones de poder adecuadas. News Corp., General Electric-NBC, Viacom y AOL Time Warner, todas ellas estadounidenses; Bertelsmann (Alemania), Sony (Japón) y Vivendi Universal (Francia) son algunos de los grandes pulpos (los más importantes) que dirigen los medios de comunicación a gran escala mundial. Esta tendencia a la concentración en cada vez menos y más poderosas manos, se aceleró notablemente en la última década del siglo pasado. Estas son grades corporaciones que, entre otros negocios manejan medios. Hasta la corporación DISNEY tiene por ejemplo, además de 12 cadenas de cable internacionales, 5 sellos discográficos y 3 editoriales (entre muchos otros medios), 19 parques temáticos, 1 equipo de hockey e inversiones en gas y petróleo.

El futuro llegó...

En nuestro país, existen 5 grupos que manejan medios de distinta índole: TV abierta y regional, diarios, editoriales, radios, productoras de contenido, distribuidoras de cine, transmisión de datos, señales de cable y sitios de Internet entre otros. El grupo Telefónica, Clarín, Vila Uno, Avila y Hadad disponen lo que va a ser consumido por la gran mayoría de los argentinos. Todos los multimedios tienen, en mayor (grupo Telefónica) o menor medida (grupo Clarín), participación de capitales extranjeros.

La misma lógica que se da a gran escala en el mundo, se reproduce en la periferia, o sea aquí: por un lado, la concentración de muchísimos medios en unas pocas manos y por el otro la convivencia entre el Poder y los medios (o el capital concentrado dueño de estos). Esto último se ve reflejado de muchas maneras, por ejemplo: en el marco legal de los medios de comunicación, que sea difuso y desordenado (además de reaccionario), no es casualidad. Tampoco lo es que el Estado se niegue a reconocer la legalidad de 5 mil radios (la gran mayoría de ellas zonales e “independientes”) y les niegue el espacio radioeléctrico que de hecho ocupan. Tampoco es casualidad que se hayan prorrogado las licencias para utilización del espacio radial y televisivo, validando las administraciones monopólicas señaladas arriba. Tampoco lo es que el Estado tenga (junto con Clarín y La Nación) el monopolio del papel prensa, vital para bajar los costos de la gráfica.

En la comunicación (así como en la mayoría de las cosas) la lógica de mercado funciona en dirección opuesta a los intereses de la mayoría de la gente, o sea la maximización de la renta prima va en sentido contrario a los derechos comunicacionales de los ciudadanos.

En este contexto, el Estado no controla (habría que pensar si quiere controlar) esta dinámica mercado-céntrica ni puede iniciar un proceso de discusión en torno a la definición de un sistema de medios acorde a las necesidades de la sociedad y no a los vaivenes empresariales. Definir las funciones del sistema público, garantizar la pluralidad y diversidad de opiniones que garantice la variedad democrática, son parte de los desafíos pendientes. La búsqueda de una alternativa a este modelo del capital concentrado, es indispensable para lograr un cambio verdadero, debemos preguntarnos: ¿Cómo se enfrenta al discurso hegemónico? ¿Es posible? ¿Son realmente alternativos los medios alternativos o “independientes” de comunicación? ¿Favorece o desfavorece a la sociedad el hecho de huirle a los medios masivos? Tener medios propios para difundir las informaciones que los grandes omiten no es suficiente si tales contenidos -y la práctica que los difunde- no son cualitativamente diferentes. De una sola cosa estamos seguros: no se combate al discurso hegemónico desde el amateurismo.

Creemos que es indispensable, desde el campo de la comunicación contribuir a generar la toma de conciencia necesaria para generar proyectos destinados a escuchar no sólo la opinión de los reproductores del discurso oficial sino además, dar oídos a los sectores populares.



Franz Khanieni

4 comentarios:

Anónimo dijo...

che, saca lo de hitler, es el ejemplo de lugar común, es más, como ejemplo de lugar común es un lugar común-

Anónimo dijo...

NO SE QUIÉN ESCRIBIÓ ESTO ÚLTIMO PERO SU POST ES UNA GILADA.
ADEMÁS NO FIRMA, ESO EN MI BARRIO NO SE HACE. Y ADEMÁS ESE COMENTARIO VA EN EL POST DE HITLER, NO ACA.

CANI

Anónimo dijo...

lo escribi yo, puto, y me referia al comentario sobre hitler en esta nota, cabrón

Cani dijo...

Estás perdonado entonces.

Y tenés razón, pero me da paja sacarlo.